
Este principio, de más de 100 años, es el proceso que sigue el consumidor hasta llegar a la decisión de compra. Es un acrónimo compuesto por las siglas atención, interés, deseo y acción.
Tiene forma de embudo y, en primer lugar, lo que genera es captar la atención para despertar el interés del cliente. Una vez logrados estos dos primeros pasos, el producto o servicio se convierte en un objeto de deseo y, finalmente, la persona realiza una acción para obtenerlo.
Veamos uno por uno estos puntos:
ATENCIÓN
Para captar la atención debes destacarte de las otras opciones disponibles. ¿Cómo? Mostrándote cercano, comentando que conoces cuáles son las necesidades y problemas.
INTERÉS
Una vez que tienes la atención, es importante generar interés a través de la curiosidad. Aquí es donde desvelas que sabes cómo solucionar sus problemas pero sin contar cómo.
DESEO
En esta etapa, el cliente ya conoce los beneficios que obtendrá si realiza la compra y es cuando cuentas cómo tu marca satisfará sus necesidades.
ACCIÓN
Finalmente, añadirás un call to action (llamada a la acción) en el que le indicarás al cliente qué debe realizar para obtener el producto / servicio.
Recuerda que las personas se mueven por sus emociones, por eso es importante hablar el mismo idioma que ellos, para generar cercanía y confianza.
¿Conocían este método? Los leemos en los comentarios…